El sábado 25 de octubre se realizó en VIVO Espacio Nativo (Melilla, Montevideo) la jornada presencial de cierre del ciclo “Campo natural. Aprendizajes desde el paisaje para pensar la chacra”, una instancia de encuentro, aprendizaje e intercambio entre productoras y productores y técnicas/os.
La actividad marcó el cierre de un proceso de formación desarrollado en el marco del proyecto De la chacra al paisaje, cofinanciado por la Unión Europea e implementado por Vida Silvestre Uruguay, CEUTA y CIEDUR. El ciclo se desarrolló entre septiembre y octubre con seis encuentros virtuales y esta jornada práctica final en territorio, que permitió profundizar los contenidos trabajados, compartir experiencias y fortalecer los vínculos entre participantes.
Una jornada para encontrarse y aprender del paisaje

Durante la jornada se realizaron recorridas guiadas, prácticas en campo y espacios de intercambio sobre el papel del campo natural en la producción familiar, su biodiversidad y su aporte a la resiliencia de los sistemas agroecológicos. La propuesta buscó vincular saberes técnicos, científicos y locales, destacando la importancia del campo natural como fuente de aprendizaje, de recursos y de vida para quienes habitan y producen en el territorio.
A pesar de la lluvia, las actividades se desarrollaron con un espíritu de intercambio activo y participativo. Tras la bienvenida y las dinámicas de presentación, se realizó una charla práctica sobre salud del suelo y vida microbiana, a cargo de Natalia Bajsa (IIBCE-MEC), donde se trabajó con muestras reales, reacciones para observar el contenido de materia orgánica y cultivos de microorganismos, resaltando la importancia del suelo como base de la biodiversidad y de la producción agroecológica.
Luego del almuerzo preparado por El Atardecer – Casa de Campo, se entregaron los certificados de participación a los/as participantes del curso, reconociendo el proceso compartido a lo largo de todo el ciclo, y se desarrolló un reconocimiento de especies del campo natural guiado por Martín Morán (VIVO Espacio Nativo). A lo largo del recorrido por senderos e invernáculos se identificaron especies nativas y se dialogó sobre su rol ecológico, su potencial uso ornamental o forrajero y su capacidad para enriquecer la diversidad en predios agrícolas y espacios a restaurar. La jornada incluyó además la observación de un bosque sintrópico recientemente plantado, como ejemplo de estrategias de restauración basadas en especies nativas.
Uno de los ejes centrales fue la incorporación de especies del campo natural en sitios a restaurar, tanto para el enriquecimiento de la diversidad en predios agrícolas como para su uso ornamental o forrajero. A partir de la observación en campo y el intercambio de experiencias, se exploraron especies con potencial para fortalecer la biodiversidad, aportar al equilibrio de los sistemas productivos y contribuir a la conservación a escala predial, con especial atención a su aplicación en sistemas agroecológicos.
Diversidad de voces y experiencias
El ciclo contó con la participación de un equipo docente diverso, integrado por profesionales y referentes de distintas trayectorias, con enfoques complementarios y experiencias de trabajo en territorio. Participaron Silvina García (FAGRO-Udelar), Diego Cáceres (MGAP-MGCN), Martín Morán (VIVO Espacio Nativo), Paola Magnano (Santa Isabel), Natalia Bajsa (IIBCE-MEC), Santiago Halty (AUGAP) y Óscar Blumetto (INIA), quienes compartieron herramientas conceptuales y prácticas sobre conservación del campo natural, salud del suelo, restauración de pastizales y ganadería con visión ambiental.
Un proceso con mirada territorial y colectiva

Cada encuentro abordó un eje temático que permitió profundizar en distintos aspectos: los aliados invisibles de la producción y la biodiversidad, la conservación del campo natural en la producción ganadera, el valor silencioso del paisaje, la salud del suelo y los microorganismos, la restauración de pastizales y la ganadería con enfoque ambiental. Este recorrido teórico-práctico sentó las bases para la jornada final, donde los aprendizajes dialogaron con la experiencia.
La capacitación forma parte del esfuerzo por acompañar a la producción familiar en la incorporación de prácticas de manejo y restauración que promuevan sistemas más diversos, productivos y resilientes. Al mismo tiempo, busca fortalecer redes y aprendizajes compartidos entre productores/as, técnicos/as e instituciones, generando un espacio para la reflexión colectiva sobre el valor del paisaje como parte integral de la vida rural.
Durante el cierre, las y los participantes del proyecto De la Chacra al Paisaje, compartieron un espacio de intercambio grupal en torno a tres ejes: aspectos positivos del proceso, desafíos o dificultades y deseos a futuro. Este diálogo permitió sistematizar aprendizajes, reconocer avances y proyectar nuevas acciones conjuntas.
La jornada culminó reafirmando el valor del campo natural como fuente de conocimiento, biodiversidad y producción, y como un espacio vivo desde donde repensar la relación entre las personas y el paisaje.








